lunes, 28 de enero de 2013

¿Es mejor el colegio más selectivo?


Un buen colegio se ve en el trato que da a los alumnos diferentes, aquellos que no están cuadriculados por los comunes denominadores que definen a los “buenos chicos”, es decir aquellos que tienen un enorme potencial pero tienen dificultades para expresarlo, aquellos que por ser confrontacionales necesitan profesores que los reten y a la vez limiten. Pero en el mundo de la educación privada lo que usualmente hacen los colegios de elite es no admitir a esos alumnos, (o eventualmente admitirlos y luego deshacerse de ellos).
Alfie Kohn, uno de los más brillantes y sensatos pensadores de la educación de los Estados Unidos acaba de publicar un artículo “The Meaning of Selective Admissions: Whom We Admit, Whom We Deny” que vale la pena de ser leído por educadores y  promotores educativos serios y comprometidos con la buena educación (Independent School, Winter 2012 http://www.alfiekohn.org/teaching/admissions.htm)
Kohn se pregunta ¿qué significa que un postulante que pasa por diversas pruebas de admisión a un colegio sea declarado “no apto”? Hay dos presunciones que usan estos colegios. 1) Que es posible predecir razonablemente qué postulantes tendrán más éxito académico, pese a que se sabe que las pruebas estandarizadas son pésimo predictor del éxito futuro. 2) Al escoger a “los mejores” el colegio podrá alcanzar la excelencia.
Lo que se sabe a ciencia cierta hoy de las pruebas estandarizadas es:  1) Sus resultados se correlacionan con el nivel socioeconómico de la familia.  2) Mide solamente la habilidad para dar ese tipo de puebas, sin relación alguna con los talentos  intelectuales. 3) El peor formato de esas pruebas es el de selección múltiple porque no permite elaborar las respuestas y están hechas para comparar entre los que toman las pruebas más que para identificar qué características posee cada alumno. No es casualidad que ya van más de 850 colleges norteamericanos han abandonado su uso para las admisiones.
Entonces, si no se puede identificar el potencial futuro de éxito de un joven de 14 ó 18 años ¡cómo se puede asumir que sí es posible con uno de 4 años? Por otro lado, al niño de 3 ó 4 años se le evalúa por lo que ya trae consigo, es decir, por sus antecedentes socioeconómicos familiares. Entonces, ¿se trata de privilegiar a los privilegiados y después vanagloriarse de que están en la vanguardia social? Con ello, lejos de apostar por la equidad social, estos colegios cumplen el rol de perpetuar la inequidad.
Por otro lado, al escoger alumnos hábiles en los criterios tradicionales se deja de lado a la enorme cantidad de niños talentosos en otras áreas e intereses, que pueden tener atributos admirables (compasión, humor, sentido lúdico, etc.) y personalidades intrigantes, con lo que los colegios se vuelven lugares menos interesantes porque  exponen a sus alumnos a interactuar con menos personas que son significativamente diferentes a ellos mismos.
La verdad es que los colegios más selectivos escogen a “la crema” de los postulantes  por otras razones: 1) por mantener un factor de prestigio;  2) para contar con alumnos más dotados que aseguren que cuando egresen  alcanzarán mejores ingresos a la educación superior, reforando el prestigio del colegio; 3) son más fáciles de educar;  4) Tienen padres con capacidad de pago y ser donantes a la instiución.
Hace 4 décadas, el psicólogo McClelland se preguntaba retóricamente ¿por qué perdemos tanto tiempo tratando de detectar los mejores criterios que predigan el éxito escolar? Si el propósito de la educación es precisamente mejorar el desempeño de quienes tienen dificultades, las mejores escuelas serían aquellas que evidencian que son capaces de hacerlo. En ese caso, los colegios selectivos son los menos indicados para reflejar excelencia educativa y la capacidad de mejorar el desempeño de los alumnos (más allá de lo que ya traen consigo).
Alfie Kohn dice que una receta sencilla para actuar con sentido educativo entre todos los postulantes que reúnen los criterios ideológicos y sociofamiliares que establece el colegio, podría ser  dejar de ser selectivos y utilizar métodos de loterías para escoger alumnos al azar entre aquellos que postulan. Es limpio, socialmente responsable, se puede usar en cualquier nivel desde la educación inicial hasta la superior y da la oportunidad a la escuela de demostrar realmente cuán buena es.
Tomado de: 
http://www.trahtemberg.com/articulos/1897-ies-mejor-el-colegio-mas-selectivo.html

lunes, 14 de enero de 2013

CONFLICTÓLOGOS


No es ningún misterio que la conflictividad social es el fenómeno que ha concitado la mayor atención en lo que va del siglo XXI peruano. Se ha convertido en un vocablo recurrente de políticos, periodistas, encuestadores y ciudadanos de a pie. Para un 30% de consultados a nivel nacional, por ejemplo, es la principal razón para desaprobar la gestión de Ollanta Humala. Es más, nunca antes los empresarios han estado tan concernidos por comprender el comportamiento político de los que toman las calles.
Este inesperado interés por entender al peruano-Conga-No-Va ha generado la reproducción milagrosa de especialistas en conflictos sociales. Los conflictólogos –esa suerte de “senderólogos” del boom minero— son el producto de la demanda de élites políticas y económicas perdidas en la confusión. Son requeridos para saciar artificialmente la exigencia de un “dueño del Perú” por comprender la realidad social en un power point. Para muchos de sus clientes, constituyen la promesa de un curso acelerado de sociología política urgido por la ignorancia antes que por la culpa.
El problema con este tipo de experto es que, por más que ostenten títulos de post-grado, su oficio no es académico. De hecho, en un atentado a la rigurosidad metodológica, reducen un fenómeno complejo (las relaciones entre la sociedad y la política) a un objeto de estudio superficial (“protestas anti-mineras”) a la medida de sus limitaciones. Por lo tanto sus análisis no trascienden la epidermis de la realidad. Sus aportes –y peor aún sus recomendaciones—conducen a decisiones equivocadas; con suerte, inútiles. 
La mayoría de sus recetas merecen formar parte de una antología de insensateces y, en el mejor de los casos, de lugares comunes. ¿Cuántos empresarios han sentido el sinsabor de la estafa cuando las consultorías terminan con resúmenes ejecutivos que se sintetizan en “es un problema de comunicación” o el aclamado “hace falta diálogo”?  Desde publicistas que preparan guiones para comerciales de televisión hasta consultores en seguridad que chuponea las comunicaciones de operadores políticos entran en esta tragicomedia de sobre población de versados y ausencia de respuestas.
La responsabilidad de esta situación es compartida con la academia tradicional. Anquilosada en su ensimismamiento, ha perdido la vocación de generar explicaciones ambiciosas ante una realidad que desafía el rol de los intelectuales. No se procesa evidencia empírica sistematizada sobre las transformaciones de un país en crecimiento económico pero desinstitucionalizado políticamente. Las estadísticas sobre conflictos sociales sirven tanto como una encuesta que se pierde rápidamente en el titular de un periódico de ayer.
Pero sobre todo, se ha abandonado la disposición por la reflexión pública, por el debate académico serio y profesional, comprometido con la producción de conocimiento que trascienda las consultorías y las salas de reuniones con las gerencias sociales de las empresas contratantes. El reino del conflictólogo –o del hiper-especialista de asuntos superficiales—es, en cierta medida, el fracaso de las ciencias sociales por entendernos.
Escrito por Carlos Meléndez. Publicado en El Comercio el 16 de Octubre del 2012

Tarea a medias: Lo que debe hacer Perú para avanzar en RSE


Cuando Aramark, empresa que presta servicios de alimentación y administración de campamentos mineros, energéticos y de hidrocarburos en varias regiones del Perú, decidió incluir hace tres años a agricultores locales, proveedores, pequeñas y medianas empresas a su cadena de valor a través de su programa de desarrollo de proveedores y compras locales, la compañía no solo tuvo la oportunidad de acercarse a sus proveedores y lograr buenos precios de negociación. Con esta iniciativa muchos grupos de productores lograron formalizarse, capacitarse y obtener mayor competitividad al contar con una oferta de calidad y buenos precios para la empresa compradora.
No obstante, aún son pocas las empresas que consideran a los proveedores como un grupo de interés prioritario a la hora de implementar programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). “Incorporar a las pymes a la RSE es uno de los grandes retos. El 97% de las empresas en el Perú son pymes y solo el 30% son formales. Debemos cambiar el lenguaje pensado para las grandes empresas y trabajar con las cadenas de valor”, dice Henri Le Bienvenu, gerente general de Perú 2021. “Hace poco me reuní con el dueño de una imprenta que había obtenido el premio Presidente de la República, que reconoce a las pymes formales, pero que no había podido pagar gratificación a sus trabajadores, ya que la formalización representó un alto costo que las grandes empresas, que son sus clientes, no quieren pagar. Le dijeron que sus precios ya no eran competitivos como antes, cuando no era tan formal. Esa mentalidad tiene que cambiar”, dice.

Según el estudio “Diagnóstico de la responsabilidad social en las organizaciones peruanas”, elaborado por Desco y Perú 2021, la comunidad, clientes/consumidores y medio ambiente son los grupos de interés mejor atendidos; mientras que los grupos colaboradores, proveedores y gobierno no lo son tanto.

Una muestra de esto es que en la Expoferia Virtual de RSE 2011 (plataforma de comunicación impulsada por Perú 2021 y en que las organizaciones pueden presentar sus proyectos en la web durante todo el año), a la fecha 41 empresas de diversos sectores han presentado más de 100 proyectos, y solo siete estuvieron dirigidos a proveedores, clientes y gobierno.
“Lamentablemente la RSE no ha avanzado mucho en el Perú, y una muestra de esto es que las empresas están dejando de lado a una parte importante de sus grupos de interés”, dice Henri Le Bienvenu, de Perú 2021. “Esto también se debe a que la RSE es un concepto aún muy nuevo. Las universidades recién están empezando a tocar temas de RSE. Cómo le digo a una empresa que tiene que ser socialmente responsable si no tiene a quién contratar”.

Según Elsa del Castillo, directora de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, “las empresas están empezando a entender que los valores de responsabilidad social que promueven en sus misiones y en su filosofía corporativa pueden traducirse en prácticas de gestión concretas y no en simples actividades filantrópicas”.

¿Cambio de escenario?

Tras la llegada del nuevo gobierno, cuyo énfasis en la inclusión social ha sido claramente expresada, queda la interrogante sobre el papel que cumplirán las empresas para lograr este objetivo. Para Gonzalo Coloma, presidente de la consultora Pacific, a pesar de que se ha especulado bastante respecto a lo que pueda suceder ante el nuevo escenario político, esto no debería ser el motivo por el que las empresas inviertan con eficacia en proyectos sustentables de RSE.
“Uno de los temas en los que el actual gobierno puede incidir más es en la evaluación de los programas que las empresas ejecuten y se involucre como parte operativa en aquellos donde la empresa se superpone al Estado”, dice Coloma.
Según Héctor L. Gutiérrez, gerente general de la Fundación Deloitte, “independientemente del escenario político, los programas de RSE son de importancia capital para el desarrollo futuro del planeta”.

Hugo Sánchez Casanova, profesor del área de Dirección General del PAD Escuela de Dirección de la Universidad de Piura, coincide con él. “La RSE es un proceso que no tiene posibilidad de retroceso para las empresas. No es un concepto de moda, es el proceso que están siguiendo las empresas para encontrar su propia esencia”, dice. “En un Perú cada vez más abierto al mundo, esto es ineludible”.
No obstante queda pendiente qué pasará con algunos sectores, como la minería, que ha sido protagonista de los más recientes conflictos sociales en el interior del país, lo cual representa todo un reto tanto para el gobierno como para la empresa privada. “Hay mineras con prácticas muy avanzadas en temas de RSE y con grandes proyectos de inversión social que generan impactos positivos en sus zonas de influencia. Por supuesto, también hay muchas otras que muestran poco entendimiento de la problemática social y ambiental que se genera en los lugares donde operan”, dice Elsa del Castillo, de la Universidad del Pacífico. “Aquí la RSE debe ser proactiva y no reactiva. Si se espera a que haya conflicto para preocuparse por desarrollar acciones con la comunidad, será muy difícil revertir una relación que no nació basada en la confianza mutua”.

Para Héctor L. Gutiérrez, de Fundación Deloitte, este es un tema que tiene que ver con la gestión gubernamental, tanto de los gobiernos regionales como del Gobierno Central y la relación de estos con las comunidades. “No debemos confundir el concepto de RSE con que las empresas vayan a hacer el trabajo del Estado ni de las comunidades. El desarrollo social sostenible es tarea de todos los jugadores. El nuevo concepto de responsabilidad social y desarrollo sostenible requiere que todas las partes entiendan que el desarrollo económico social del futuro depende de que se estimule el crecimiento en educación, salud, infraestructura, lo cual no puede ser solo tarea de las empresas”, dice.
En ese sentido, muchos coinciden en que la RSE es una responsabilidad compartida y colectiva en la que participan empresas, ONG y el Estado. “Esta es una oportunidad para un mejor entendimiento entre el sector empresarial y el Estado que permita expandir el impacto de los esfuerzos de responsabilidad social de ambos”, dice Paul Remy, de la UPC.

Henri Le Bienvenu, de Perú 2021, concluye: “La empresa es el agente de cambio que debe utilizar la RSE como una herramienta de gestión para lograr el desarrollo sostenible”, dice. “Todos tienen que ser socialmente responsables. Es una tarea compartida: la empresa da el ejemplo, pero el Estado y sociedad civil deben hacer lo mismo”.


Tomado de: http://mba.americaeconomia.com/articulos/reportajes/tarea-medias-lo-que-debe-hacer-peru-para-avanzar-en-rse

Siete razones para que las empresas contraten a personas con discapacidad


Uno de los pilares fundamentales de la Responsabilidad Social Empresarial es la inclusión, sin embargo, las personas con discapacidad parecer ser un grupo olvidado. Hay diversas razones para que una empresa se anime a contratarlas,  pese a que la pregunta debiera ser: ¿Y por qué no contratar a alguien con discapacidad?
La empresa Aramark es un ejemplo de esto. La firma que presta servicios en el área de alimentación cuenta con más de 23.000 trabajadores y desde el 2006 que comenzó con un programa de inclusión. Luego de cinco años, más de 90 jóvenes han pasado por el proceso de práctica y 56 están actualmente contratados. Y si bien el porcentaje puede sonar menor sienta un precedente para otras empresas.
Trabajo discapacidad
Foto: igooh.com
El trabajo entrega a las personas con algún tipo de discapacidad la posibilidad de mejorar su vida.
En la firma enfatizan en que lo importante es privilegiar la calidad por sobre la cantidad y comentan que a través del programa la tasa de contratación de personas con discapacidad—que oscila entre un 30% y 40%— ha aumentado a un 51%.
Claudia Vial, asesora corporativa de responsabilidad social de Aramark, explica las ventajas del programa y da consejos para que más firmas se animen.
Siete beneficios
1. Mejorar la calidad de vida: Entregar a las personas con algún grado de discapacidad, la posibilidad de mejorar su calidad de vida, desarrollarse y realizarse.
2. Potencia el trabajo en equipo: La inclusión es un aporte al funcionamiento global de los equipos de trabajo.
3. Mejora el clima interno: La presencia de los jóvenes con discapacidad une, integra e impone desafíos colectivos de productividad, debido a la gran responsabilidad y perseverancia que ellos manifiestan.
4. Traspasar la experiencia: En el caso de las firmas que prestan servicios, el mostrar los beneficios de la inclusión laboral a otras compañías contribuye a que las personas con discapacidad puedan encontrar un trabajo.
5. Mejora la reputación corporativa: El ser una empresa de personas al servicio de las personas, permite llegar a nuevos clientes y mercados, siendo un elemento diferenciador de la competencia.
6. Nuevas oportunidades: dar los  trabajadores la oportunidad de compartir tareas con personas que tienen capacidades distintas a las de ellos, es una experiencia relevante y significativa.
7. Fomenta la tolerancia: La oportunidad de trabajar con personas con discapacidad, sensibiliza a todo el personal de la compañía, fomentando valores como la tolerancia y la no discriminación.
Consejos para atreverse
Claudia Vial, enfatiza en que la clave está en que todo el personal participe de una inducción, y entrega consejos para que más firmas se animen.
  1. Equipo profesional: Contar con un terapeuta ocupacional y otros equipos profesionales que apoyen en el seguimiento constante y entreguen  retroalimentación.
  2. Inducción: Los equipos de trabajo a los cuales pasan a formar parte estas personas, reciben también inducción y asesoría por el período de un año tanto por el área de RSS como por parte de las fundaciones especializadas.
  3. Proceso de selección: La ejecutiva comenta que el proceso de selección lo realizan las instituciones que se hacen cargo de la intermediación laboral. Para esto es importante generar alianzas con instituciones y/o fundaciones.
  4. Principios sostenibles: Una de las claves para que el programa de inclusión que una empresa sea exitoso es adoptar iniciativas sostenibles  con principios que derivan de acuerdos mundiales y no inventar la rueda.
Tomado de: http://www.guioteca.com/rse/siete-razones-para-que-las-empresas-contraten-a-personas-con-discapacidad/

CINCO RAZONES PARA SER VOLUNTARIOS


Hoy en día el voluntariado esta bastante difundido en las comunidades y en los países. La experiencia de ser voluntario es muy personal pero para quien nunca desarrollo esta tarea es importante conocer 5 razones y beneficios que aporta el ser voluntario.
1- Refuerzan o crean un lazo con la comunidad en la que esta realizando el voluntariado, que puede ser en el mismo lugar al que se pertenece o diferente. Permiten comprender mejor la realidad de quienes viven o que problemas existen en ese lugar, ya que quizás de otra forma no las vemos o ni siquiera imaginamos que exista esta realidad.
2-Ayuda a lograr tener o mejorar una experiencia laboral u aplicar los conocimientos que se tiene. Da una gran satisfacción transmitir lo que se sabe o utilizarlo para mejorar la vida de las personas. Es muy apreciada por las empresas la realización de un voluntariado ya que demuestra que la persona tiene valores como solidaridad e interés y compromiso social.
3-Permite desarrollar la sensibilidad social y colaborar en sacar las mejores actitudes de las personas. Se aprende y siente la necesidad de comprometerse con la realidad actual. Desarrolla, integra o practica conceptos como diversidad, solidaridad, comprensión, inclusión social, sensibilidad, derechos humanos, justicia, agradecimiento, entre otros.  
4- Mejora la autoestima y perspectiva de la propia vida del voluntario, debido a que el contacto directo con personas diferentes a el, les permite apreciar y valorar su situación laboral, familiar, económica, física, cultural, ambiental, etc. Se deja de lado la individualidad y el egoísmo tan frecuente para ser más humanos y generosos.
5-El voluntario se convierte en protagonista y agente de cambio social para colaborar un poco en mejorar la vida en el mundo, tanto por ayudar a personas, familias como a proteger o cuidar el medio ambiente.
Las ONG o empresas promueven el voluntariado y agradecen la solidaridad de quienes participan de estos programas debido a que las personas regalan su tiempo, conocimientos y habilidades pero el voluntariado no es una tarea en la que se da a otros sino que también se recibe mucho.
Las personas que fueron o son voluntarios tienen una visión mas positiva del mundo en el que vivimos ya que ellos trabajan para mejorarlo. Tienen mas esperanza debido a que ven como gracias a su trabajo hay cambios de la realidad, es un pequeño aporte  pero que crece y se multiplica.
El trabajo del voluntario es vital en todas las comunidades y cuanto mas personas desarrollan esta tarea demuestra que hay un mayor interés por el otro y nos interesa como sociedad lograr mayor justicia y equidad social.
Es muy recomendable animarse a ser voluntario aunque sea un pequeño porcentaje de nuestro tiempo, ya que nos ayudara a valorar la vida de otra manera y cambiara totalmente nuestra forma de pensar y sentir.  
Adriana R. Orsi
Tomado de: http://www.diarioresponsable.com