Conceptualizar la palabra teatro, podría resultar una tarea compleja y difícil, ya que seguro debemos recurrir a la concepción, tendencia, corriente o contexto de quien quiere conceptualizar el teatro, pero todos coincidencen que tienen sus origenes en lo mágico - religioso de una determinada etapa de nuestra civilización.
Luego de concluída la puesta en escena de tres obras para niños ("Caperucita Roja", "Hansel y Gretel" y "La Cenicienta") en nuestro Programa CRECIENDO, podríamos definir el teatro a partir de las emociones que exteriorizaron los niños presentes: emoción, risas, exclamaciones, miedos, participación, algarabía y mucho entusiasmo.
Creo que nadie puede haber esperado tan impecable actuación de los pad res - actores quienes en casi dos meses recibieron conceptos básicos y actividades prácticas que le permitieron construir personajes con caraterísticas propias que nos hicieron creer en la mágia del teatro.
Pero toda gran obra es diseñado por un gran arquitecto y para nosotros esa labor la cumplió Masha Chávarri, joven y talentosa actiriz que pulió y encontró en cada uno de los postulantes a actores (padres y abuelos que nunca antes habían hecho teatro y en algunos casos nunca habían asistido a ver una obra) cúalidades que pusieron a prueba. Nuestra reflexión va en rescatar el potencial de Masha para poder hacer grandes cosas con los limitados recursos humanos y materiales con los que contábamos, si este fuera uno de los cuentos, ella sería nuestra hada madrina.