Escribe: Eddy Ormeño Caycho (*)
El Perú, se ha convertido en un polo de atracción para las inversiones en el mundo, tanto por la variedad de recursos con los que cuenta, como por el crecimiento sostenido proyectado; según los últimos informes, alcanzaríamos un crecimiento económico de 5.5% el 2012, manteniendo de esta manera la media de 6% que se prevé en los próximos años.
Sin embargo, hay una manifiesta preocupación de los inversionistas por el alto grado de conflictividad que enfrenta el sector minero energético, tal como lo muestra la Defensoría del Pueblo en su Informe Defensorial N° 156 del mes de abril, donde reporta que actualmente existen 229 conflictos y cerca del 50% están referido a los conflictos socio ambientales.
Pero ¿por qué se generan los conflictos socio ambientales en el Perú?, probablemente tendremos tantas respuestas como analistas del tema, sin embargo podemos incidir en algunas ideas: ¿no sabemos acaso que gran parte de los conflictos se presentan por la gran expectativa que crearon algunas empresas cuando llegaron a las comunidades, prometiendo el oro y el moro y luego se escudaron en el marco jurídico flexible creado en los años 90 para promover la inversión en el Perú?.
¿Y qué sobre la visión subsidiaria de algunas empresas, quienes en vez de programas de desarrollo sostenibles, realizan actividades puntuales para regalar o donar herramientas, máquinas, artefactos, fiestas, etc. que lleve a una satisfacción inmediata y un impacto mediático en la población, olvidándose los fundamentos de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)?.
¿Ni siquiera nos hemos enterado que, paralela a la industria minero energética ha crecido una industria del conflicto con “capitales transnacionales” que disponen de dinero fresco para financiar proyectos locales, a favor de alguna idea o en contra de un proyecto, donde mientras mas extremistas te propongas ser, mayor posibilidad de financiamiento puedes tener?. En esa misma línea encontramos una “industria local” del conflicto, propio de “capitales de microempresas”, gerenciado en algunos casos, por potenciales políticos que ven en el conflicto una manera de empoderase ante la opinión pública, a partir de justas reivindicaciones que terminan por convertirse en campañas electorales y posicionamiento a muy bajo costo ... tantos casos donde el opositor de hoy es el candidato de mañana.
Tampoco ¿no nos hemos enterado acaso que existe un Estado poco articulado con sus niveles de gobierno regional y local, que poco o nada hacen por aquellas poblaciones donde no tienen rentabilidad electoral?.
Y para cerrar, ¿no sabemos que existen empresas que enarbolando la bandera del desarrollo cual “evangelizadores del Nuevo Mundo” organizan comisiones de avanzada para comprar o alquilar terrenos sin tener en cuenta la cultura, el medio ambiente, las creencias y formas de vida, “olvidándose” que las concesiones no les da derecho al terreno superficial, sino que le exige un fino y estratégico diálogo intercultural?.
Con cerca de una década recorriendo el Perú y la mitad de ellos interviniendo en calidad de facilitador o negociador en conflictos de minería, hidrocarburos y electricidad, estableciendo mesas de diálogos, formando parte de Comitivas de Alto Nivel y viviendo día a día los conflictos sociales, estoy seguro que la solución no sólo pasa por tener un Estado mas efectivo, articulado en todos sus niveles de gobierno y con mayor presencia en la zona (que es cierto); sino que gran parte de la solución es contar gobiernos regionales y locales que se articulen a los intereses nacionales y el desarrollo interno, tener empresas inversoras realmente responsables, que mantengan un diálogo intercultural, que entiendan que sus proyectos se desarrollan en lugares donde se duerme con hambre y se despierta con pobreza, muy lejos de sus cómodas oficinas, es ahí donde el poblador ve pasar el desarrollo por sus narices sin disfrutarlo y esto se vuelve caldo de cultivo para potenciales oportunistas. Las empresas deben dejar de ponerse de perfil ante la realidad que los rodea y, sin reemplazar al Estado, deben potenciarlo convirtiéndose en los articuladores y promotores del desarrollo local.
(*) Profesional de Ciencias Sociales con especialidad en Gestión Social y Conflictos socioambientales. Experiencia como coordinador del área de Conflictos Sociales del Ministerio de Energía y Minas. Coordinador del Equipo de implementación de Consulta Previa en la DGE - MINEM. Facilitador de espacios de diálogos Actualmente se desempeña como Director de Proyectos Sociales y Educativos de SOLIDARITAS PERÚ. eddy@solidaritasperu.com